¡Hola hola!
Bienvenid@s, una semana más, a Ideas Visuales ✏️+💡
La newsletter en la que aprenderás qué es la comunicación visual, cómo aprender a utilizarla y convertirla en el punto fuerte que te diferencie de los demás.
Quiero agradeceros a tod@s y cada un@ de las más de 1300 personas que ya formáis parte de ella.
¡Mil gracias! 💚
En la anterior edición os prometí que compartiría con vosotros el proceso de trabajo que seguí para crear 60 ilustraciones en 60 días, y lo que esto supuso (tanto a nivel personal, como a nivel profesional).
Y eso es lo que toca hoy.
Ya he contado más de una vez cómo me inicié en el bonito mundo de la comunicación visual: por pura curiosidad, como casi siempre, y sospechando que este no era más que otro juguetito con el que entretenerme a corto plazo.
Pero resulta que este juguetito era especial.
Por esa razón, decidí enfocarlo de una forma diferente a como siempre suelo encarar el resto de inquietudes.
Esta vez, decidí que quería tomármelo en serio y hacer algo notable. Algo con lo que poder ayudar e inspirar a otras personas.
Y para conseguirlo, debía marcarme ciertos retos.
Por una parte, decidí poner toda la carne al asador y comprarme un iPad, lo cual supone un desembolso importante (y, añado, totalmente innecesario).
Así que si te estás planteando empezar a aprender, que sepas que eso no te servirá de excusa. Ya he repetido hasta la saciedad que la herramienta es lo menos importante de todo, ya que tienes a tu disposición otras totalmente gratuitas con las que crear ilustraciones increíbles.
En mi caso particular, sabía que el hecho de realizar esa inversión me iba a obligar a tomármelo en serio.
Un apunte: la compra del iPad fue amortizada a las pocas semanas de empezar. Si tenéis curiosidad, más adelante desgranaré todas las oportunidades y colaboraciones que han surgido desde entonces.
Por otra parte, es de sobras sabido que una de las principales razones por la cual acabamos dándonos por vencidos es por la falta de un sistema óptimo.
Nos fijamos metas y objetivos, pero nos olvidamos de lo más importante: trazar el plan para llegar a estos.
Por suerte, y tras muchos tropezones anteriores, esta vez lo tenía claro.
No importaba cómo, pero con tal de demostrarme que valía para esto, me impuse el reto de crear una ilustración diaria a lo largo de los próximos dos meses.
Para ello, “solo” tenía que seguir estos pasos.
Anotar un mínimo de 3 ideas a ilustrar cada día. Puede parecer una locura, pero cuando cambias tu perspectiva de consumidor a creador, te aseguro que pasas a tener decenas de ideas al día.
Muchas de estas acabarán en el cubo de reciclaje, pero otras acabarán convirtiéndose en material de primera categoría para tus ilustraciones.
Crear una ilustración al día, antes de ir a trabajar. Este fue, sin duda, el paso más exigente, pero el que más estimuló mi creatividad.
Y además, me sirve para hacerte saber que todo lo que he creado hasta la fecha, ha sido mientras compaginaba un trabajo de 40-50 horas semanales, con la paternidad de mi primera hija e intentando mantener un mínimo de cordura en el proceso. Je.
Cuando encuentras lo que te apasiona, no hay excusas que valgan.Mantener este ritmo de trabajo durante 2 meses. No voy a mentir y decir que fue fácil. Pero quien algo quiere, algo le cuesta.
Al cabo de un par de semanas de seguir el ritmo, decidí que tenía que haber una manera de optimizar lo que estaba haciendo.En futuras ediciones, desgranaré la metodología de trabajo que sigo desde entonces, por si te sirve de ayuda.
Hasta aquí una nueva edición de Ideas Visuales.
Es un placer ayudarte a descubrir un poquito más sobre la comunicación visual, y cómo puedes beneficiarte de esta.
Espero que la hayas disfrutado y te sea de utilidad.
De ser así, siempre puedes ayudarme y compartirla con tus seres queridos.
Un abrazo y feliz día ☀️,
Álex
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