¡Hola, hola! 👋
Efectivamente. Se viene el enésimo (que no último) cambio a este proyecto.
Esta semana he estado intentando practicar un poco de lo que predico.
A menudo me veis compartiendo reflexiones e ideas visuales incentivándoos a desconectar, a daros espacio a pensar… y no veas lo que me cuesta a mí hacerlo.
Me siento un poco tal que así cuando me pasa 👇🏼.
Pero esta semana, por fin, me he dado permiso a desconectar.
A dejar respirar a mi hipertrofiado cerebro, permitirle divagar, no agobiarlo con podcasts, música u otros sucedáneos.
Y coño, resulta que cuando haces eso, te das espacio para pensar.
Para reflexionar sobre qué quieres hacer, ya no solo con este proyecto, sino con la vida en general.
Y esta es la conclusión.
Vamos a ir a por todas en Substack.
Te cuento, muy brevemente, la estrategia que estaba siguiendo hasta ahora para hacer crecer este proyecto.
Por un lado, la captación de usuarios por RRSS, históricamente, siempre me ha funcionado muy bien.
De las 8000 personas que estáis por aquí, una gran parte me habéis conocido ya sea por Twitter, Instagram o LinkedIn.
Si eres ajeno a la creación de contenido, igual no lo sabes, pero es agotador intentar mantener el ritmo en todas.
Publicar es sencillo. Hay herramientas que te lo permiten hacer en un plisplás, pero ahora ya no solo es suficiente con eso. Ahora has de interactuar, nutrir el algoritmo con interacciones y bla, bla, bla…
Eso conlleva tiempo. Y ganas. Sobre todo, ganas. Lo he intentado, pero me siento como un impostor, y me cuesta horrores hacer algo por obligación.
Además, cuando lo hacía surgía en mi interior una dicotomía muy fuerte.
Álex, llevas un buen tiempo echando pestes de las RRSS. Te repugnan. Y aún así, te fuerzas a utilizarlas porque crees que son imprescindibles. ¿Ya vale, no?
Esta vez estoy decidido a huir de verdad.
Instagram va a quedar como mi portfolio, el repositorio de ilustraciones al que dirigir a clientes que quieran trabajar conmigo. Que vean mi estilo, que escojan ilustraciones y que me digan cómo quieren que se las adapte.
LinkedIn… mira, lo siento, tío. Lo he intentado. NO eres tú, soy yo.
Sé que es la red en la cuál más sentido podría tener estar, pero a día de hoy, ni me da la vida ni me apetece. Se le ha de dedicar un tiempo del que no dispongo (o que no estoy dispuesto a dedicar, sin más).
Además, no sé si es que ya estoy muy sesgado, pero veo tan impostadas las interacciones que a veces me da hasta repelús.
¡Increíble reflexión, amigo/a!
¡Cuánta razón tienes!
¡Alguien tenía que decirlo!
¡Dilo, reina!
A ver.
Vuelvo a repetir que probablemente es culpa mía, porque veo a gente como
, Luís Garau o que le sacan un partido tremendo, así que está claro que el que se equivoca soy yo.Igual en un futuro me veo con ganas de empezar, pero primero vamos a centrarnos aquí.
Así que, ¿qué nos queda?
Substack.
Todos sabemos lo bueno y lo malo.
Para mi gusto, es una plataforma que tiene sus (muchos) defectos.
Entro a Notes y me doy la vuelta pitando cuando veo los vibes de Twitter pero pasando por un filtro de Mr.Wonderful.
Todo es bonito.
Qué chuli es escribir y qué bien compartir intereses con gente como yo, que molo tanto…
En fin, lo siento, pero tampoco es para mí.
Sin embargo, las posibilidades que ofrece para que un creador se limite a lo que más le gusta y sacar rédito de ello son geniales.
Así que te explico qué es lo que voy a hacer.
Una nueva etapa en Substack
A ver, lo primero.
Tú, que llevas aquí un tiempo, no te preocupes.
La edición semanal se mantiene como hasta ahora.
Por otro lado, a partir de ahora tendréis la opción de suscribiros a un plan mensual o anual que incluirá lo siguiente:
Más publicaciones semanales exclusivas
Adaptar 2 de mis ilustraciones a tu marca (solo con esto, la inversión está más que justificada)
Resúmenes de libros en formato visual. No sé si 1 al mes es una meta ambiciosa, pero es lo que voy a intentar.
Esto es un gran paso para mí y para el proyecto.
Es una forma más de validar lo que hago, de intentar hacer el proyecto sostenible y poder dedicarle cada vez más tiempo.
Es una decisión que no está guiada por la parte económica (que también es importante, lógicamente), sino por el compromiso con el proyecto.
Sé que si tengo a gente que paga por lo que hago, la calidad del contenido en general va a ser mayor por pura autoexigencia.
Parece difícil de creer, pero tras unos meses de parón, volver a crear ideas visuales me estaba costando mucho.
Como cualquier músculo, si dejas de utilizarlo va perdiendo fuerza. El músculo visual no es una excepción.
Por último, y como soy un tío comprometido, soy consciente que si quieres mejorar en algo tienes varias opciones: o vas haciendo prueba y error a lo largo de un periodo indeterminado, o pagas por una formación de alguien que sepa de lo que habla.
Y a nivel hispano, creo que pocos hay mejores que
, de Escribe PRO.Así que vamos a ello.
Que conste que esto es una recomendación genuina.
Conozco a Víctor desde hace un par o tres de años, cuando me entrevistaron para su podcast de
y desde entonces no le he perdido la vista.En fin, amigos, amigas y amigues.
Eso es todo por esta semana.
Se vienen cosas bonitas.
Antes de que te marches, algunos recordatorios:
¿Quieres aprender a plasmar tus conocimientos en una idea visual, como hago yo?
Apúntate aquí si quieres acceder a toda la info y un precio especial en preventa de la segunda edición de Ideas Visuales 💡+✏️.Si quieres contribuir a este pequeño proyecto, puedes comprar Invicto ilustrado. Queda feo que yo lo diga, pero es una joya.
Si eres nuevo por aquí y te ha gustado
lo que ves, puedes suscribirte y compartirlo con los demás.¿Alguna duda? Responde a este e-mail o envíame uno a hola@alexmaese.com.
Me parece genial la estrategia de poner foco.
A mí me va bien en Linkedin, pero tiene un coste alto: es al sitio que más tiempo le dedico, incluso más que Substack.
Vaya que no me sale para nada gratis en coste de oportunidad la visibilidad en Linkedin.
Buena decisión hermano!