¡Hola hola! 👋
Se avecina semana grande (para mí).
Tras más de dos años de parón, el lunes vuelvo a abrir las puertas de la formación Ideas Visuales 💡+✏️.
Me ha costado lo mío… pero al fin, ya está todo listo.
La semana que viene, a partir del lunes 14 de julio, estará disponible aunque solo para quienes estén apuntados a la lista de preventa.
Para los demás, estará disponible a partir del 21 de julio, siempre y cuando no me dé un venazo y decida que ya tengo suficiente con quienes entren durante la semana de lanzamiento 😅.
Así que esta es la última oportunidad que tienes para apuntarte.
Si después no te interesa, no pasa nada. Pero al menos, si te quedas fuera que no sea porque no te avisé.
Ya hay 210 personas dentro.
Vamos, entonces, con la reflexión visual de esta semana.
¡Al lío!
💡+✏️
He aquí una de mis ideas visuales favoritas.
Probablemente, por la importancia que ha tenido en mi vida el aprender a hacer esto que ilustro.
Ahora que lanzo la segunda edición del curso, me duele echar la vista atrás y recordar cómo lo gestioné la primera vez.
Era un domingo, 7 de mayo de 2023.
La semana de lanzamiento, al fin, había acabado.
Recuerdo ver lo conseguido (70 y pico alumnos, más de 15.000 € facturados) y, en vez de sentirme orgulloso, sentirme triste. Agotado.
Había ido demasiado lejos.
Las semanas anteriores habían sido muy intensas. Había recortado tiempo de donde buenamente podía.
De sueño. De actividad física. Incluso de familia.
Recuerdo hablar con mi mujer y decirle que ese fin de semana no iba a poder estar con ellas de camping. Que necesitaba esas horas para acabar los contenidos del curso, ya que había prometido que estarían listos para el lunes.
Recuerdo levantarme el sábado a las 6 de la mañana y no irme a dormir hasta las 2 de la madrugada, con las pausas justas para comer, darme una ducha y recuperar mínimamente las fuerzas.
El domingo, arriba a las siete y pico, y vuelta a empezar para dejar todo listo.
Prometí que nunca volvería a pasar por algo similar. Que no volvería a renunciar a cosas capitales para mí.
Que no dejaría que mi energía llegara a mínimos.
Sí, hay momentos puntuales en los que toca apretar un poco más.
Hasta ahí, ok.
Pero hay ciertas líneas que nunca deberíamos cruzar, y me temo que eso es algo que hemos normalizado.
Estamos atrapados en una espiral de productividad. Obligados a trabajar más, producir más… y todo para mantenernos a flote, ya que los demás van al mismo ritmo.
Yo no quiero vivir así.
No voy a vivir así.
Esa es la razón, también, por la que he dejado mi trabajo y en Septiembre empiezo una nueva etapa en Senda, una empresa con una filosofía de trabajo que siempre he admirado y un equipo excepcional.
En un mundo cada vez más acelerado, aquellos que ayudan a poner calma son cada vez más necesarios.
Eso es todo por esta semana.
Vuelvo a dejarte el recordatorio del curso, ya que es la última oportunidad para apuntarte.
Antes de que te vayas, algunas cositas que pueden interesarte:
📕 Para comprar Invicto ilustrado.
💌 Contacto: hola@alexmaese.com.
🤗 Si te ha molado, siempre puedes hacerme un favor y compartirlo.
Que tengas un gran fin de semana.
Un fuerte abrazo,
Llevo días esperando y deseando que llegue el momento...y ya está el 14 marcado en mi calendario ☺️😉 visualizo y manifiesto las ideas de mi libro Enciende tu luz, en ilustraciones, gracias a ti 🫂💡
Haces muy bien en marcar las líneas rojas para no excederse en agotamiento vital.
Aprendizajes de vida...yo también lo experimenté ❤️🩹✨