¡Hola hola 👋!
Se viene edición intensita para empezar la semana. De esas que igual te hace plantearte algunas cosillas.
Empezamos con una pregunta fácil, (pero no sencilla).
¿Cuántas horas al día utilizas el móvil?
Seguramente te he pillado a traspié y no tengas ni puta idea, pero vamos a hacer un experimento.
Anota en un papel el tiempo de media diario que crees que haces del móvil.
Después, compruébalo y responde la encuesta que tienes a continuación.
Si eres usuario de iPhone, podrás ver el dato en Ajustes → Tiempo de uso.
En Android, lo encontrarás en Ajustes → Bienestar digital.
¿Y bien?
Si tuviera que apostar, estoy 99% seguro de que la gran mayoría habéis tirado muy por debajo de la realidad.
Y es normal.
Hemos llegado a un punto en el que el móvil se ha convertido en casi una extensión de nuestro cuerpo y hacemos uso de este en todo momento.
Tenemos una dependencia casi total y, no sé tú, pero a mí no me mola nada, así que desde hace un tiempo le empecé a poner remedio.
¿No te parece una jodida locura?
Mucha gente justificará el uso que hace del móvil diciendo que lo usa como herramienta de trabajo (☝🏼 yo soy el primero que ha caído en ello) y ahí está parte del problema.
Puedo aceptar que de vez en cuando sea más cómodo enviar un WhatsApp o un mail, pero no veo lógico que eso sea lo normal.
Todo tiene su sitio y su momento.
Para revisar el mail del trabajo, enciendes el ordenador, abres el correo y lo revisas.
No es normal estar pendiente de que te llegue una notificación al móvil, parar con todo lo que estás haciendo y ponerte a responder.
No es normal, pero lo hemos normalizado.
Y como estas, tantas otras cosas.
Te he puesto de ejemplo lo que sucede con un correo, pero a menudo nos pasa con notificaciones mucho más peligrosas 👇🏼
En la edición del miércoles seguimos.
Te compartiré algunos consejos y estrategias que he implementado para ser más consciente del uso que hago del móvil y tener una relación más sana con esta tecnología.